Una madre denunció ante la comisaría que un vecino le avisó que su hijo de 11 años, se encontraba en un potrero lindante al barrio Esperanza. Al llegar rápidamente y dialogar con el menor, este le relató lo sucedido.
La historia
Cuando el niño se dirigía tranquilamente a la escuela primaria del barrio, se detuvo una camioneta blanca con 5 ocupantes desconocidos los cuales lo obligaron a subir al vehículo.
Le pusieron un trapo en la cara con alguna sustancia que lo hizo dormir, por lo que no recuerda nada de lo ocurrido después.
El menor fue examinado de inmediato por el médico policial de turno, quien certificó que el niño se encuentra lúcido y sin lesiones visibles.
En el lugar del hallazgo trabajó personal de criminalística recogiendo evidencias y la policía se encuentra investigando activamente el caso.
