Sin moratoria, la edad jubilatoria de las mujeres subiría a 65 años
El fin de la moratoria previsional elevará la edad jubilatoria de las mujeres a 65 años, generando una crisis social.

El sistema previsional argentino enfrenta un nuevo desafío con la eliminación de la moratoria previsional, una medida que afecta directamente a miles de personas que no cumplen con los 30 años de aportes requeridos para acceder a una jubilación ordinaria. Como consecuencia, la edad jubilatoria de las mujeres, en la práctica, se elevará a 65 años, ya que la mayoría no cuenta con los años de contribución suficientes para retirarse a los 60.
Un sistema sin alternativas y con enormes desventajas
El abogado defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, advirtió que el Gobierno no ha presentado una alternativa real para quienes quedan fuera del sistema previsional. La única opción disponible es la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), creada en 2016, pero presenta desventajas significativas:
- Otorga solo el 80% de la jubilación mínima.
- No se hereda a cónyuges o familiares.
- La jubilación mínima ha perdido poder adquisitivo, cubriendo apenas un tercio de la canasta básica.
“El problema no es la falta de trabajo, sino la histórica discriminación laboral que llevó a muchas mujeres a empleos informales sin contribuciones al sistema previsional”, explicó Semino.
La falta de un plan estructural
A pesar de la gravedad de la situación, el debate previsional sigue ausente en la agenda política, donde predominan temas como la reforma judicial, la seguridad y las criptomonedas, dejando de lado a más de ocho millones de jubilados afectados.
Para expertos en la materia, la eliminación de la moratoria no es una solución estructural, sino una medida aislada que deja a miles de personas sin acceso a una jubilación digna. “Aumentar la edad jubilatoria sin abordar la informalidad laboral solo agravará la precarización y reducirá los aportes al sistema”, advirtió el especialista.
El futuro de los jubilados en Argentina
En un contexto donde más del 40% de los trabajadores se encuentra en la informalidad, el futuro de los jubilados se torna incierto y preocupante. Sin un plan de reforma estructural, millones de personas quedarán excluidas del sistema previsional, condenadas a la pobreza y la exclusión.
“El derecho a una vejez digna sigue siendo una deuda pendiente en Argentina”, concluyó Semino.