
Este lunes, el Gobierno anunció una decisión que impactará el sistema tributario del país: la disolución de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) y su reemplazo por la nueva Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA). Este cambio se implementará para simplificar la estructura organizativa y mejorar la eficiencia en la recaudación de impuestos.

La ARCA trabajará junto a las Direcciones Generales de Impuestos y de Aduanas, que ahora estarán bajo el mando del Ministerio de Economía. Sin embargo, a pesar de la reestructuración, aún no se ha aclarado qué sucederá exactamente con el cobro de impuestos, incluidos los del monotributo. Se espera que, como nuevo organismo, la ARCA asuma estas funciones esenciales.
El Gobierno destaca que esta nueva agencia tiene como objetivos reducir el tamaño del Estado, eliminar cargos innecesarios, y prevenir la corrupción. Con estos cambios, se espera una disminución del34% en los cargos públicos, con reducciones del45% en los cargos superiores y del31% en los inferiores.
Florencia Misrahi, quien hasta ahora dirigía la AFIP, será la nueva encargada de la ARCA. Además, se implementarán ajustes significativos en los salarios de los altos funcionarios, quienes dejarán de recibir beneficios extraordinarios para percibir salarios acordes a los de ministros, que rondan los cuatro millones de pesos mensuales.
A medida que se lleva a cabo esta transición, la comunidad y los contribuyentes estarán atentos a cómo se desenvolverán los procesos de recaudación y control tributario en el nuevo marco que se establece con la creación de ARCA.