Una rápida intervención policial en Oberá evitó una tragedia este lunes. Una mujer de 55 años sufrió un cuadro de asfixia en su casa del barrio Yazá, después de ingerir carne de cerdo.
El hecho ocurrió por la tarde. Su hija, una adolescente de 13 años, llamó desesperada al CIO 911 al ver que su madre no podía respirar y comenzaba a desvanecerse.
De inmediato, una patrulla de la Comisaría Quinta de Oberá llegó al lugar. La sargento primero Cristina Dallabrida actuó con rapidez y aplicó la maniobra de Heimlich. Gracias a esa acción, logró desobstruir las vías respiratorias de la mujer, que volvió a respirar con normalidad.
Mientras tanto, los efectivos pidieron una ambulancia. Minutos después, el personal médico llegó y confirmó la recuperación total de la paciente. Además, la mujer recibió contención emocional por parte de los policías hasta que se estabilizó por completo.
La rápida respuesta y la capacitación del personal policial fueron claves para salvarle la vida. Una intervención ejemplar que muestra la importancia de actuar con calma y conocimiento en una emergencia.
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