En el noroeste de India, una operación de rescate de gran magnitud mantiene en vilo a la comunidad de Kitarpura, en el estado de Rajastán. Una niña de tres años, identificada como Chetna, lleva más de 70 horas atrapada en un pozo de 40 metros de profundidad, mientras los equipos de rescate trabajan sin descanso para salvarla.
Una lucha contra el tiempo en Rajastán
El incidente ocurrió el lunes por la tarde cuando Chetna, jugando cerca de la granja de su padre, cayó accidentalmente al pozo. Desde entonces, las autoridades locales y miembros de la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres (NDRF) han desplegado todos sus recursos para llegar a la menor, quien permanece atrapada a una profundidad aproximada de nueve metros.
“Estamos trabajando intensamente para sacar a la niña lo antes posible”, declaró Kalpana Agarwal, administradora del distrito, quien supervisó las labores en el lugar. Actualmente, los rescatistas están excavando un túnel horizontal para acceder al pozo y alcanzar a Chetna, utilizando maquinaria especializada y cámaras para monitorear sus movimientos.
Sin embargo, las condiciones del terreno han complicado los trabajos. “El terreno húmedo ha dificultado la excavación, pero estamos avanzando con la maquinaria adecuada”, explicó el subinspector Ravi Kumar, del equipo de Respuesta Estatal a Desastres (SDRF).
Los desafíos emocionales y técnicos del rescate
La madre de la niña, Dholi Devi, se ha mantenido en ayuno desde el accidente, rezando por la vida de su hija junto a otros habitantes de la comunidad. Mientras tanto, los rescatistas han logrado suministrar oxígeno a la pequeña, pero no han podido proveerle agua ni alimentos, lo que aumenta la preocupación por su estado.
Estos incidentes son tristemente comunes en India debido a la proliferación de pozos ilegales y la falta de señalización adecuada en zonas rurales. En las últimas semanas, casos similares han cobrado la vida de niños en otras regiones del país, lo que pone en evidencia la necesidad urgente de una regulación más estricta y medidas de seguridad efectivas.
La operación de rescate, que ha movilizado a decenas de personas, espera culminar en las próximas horas, pese a las dificultades técnicas y emocionales que enfrentan los involucrados. El caso de Chetna resalta una problemática recurrente en la India rural, pero también muestra el esfuerzo colectivo para salvar una vida en circunstancias extremas.
